Lastra sustituye a Ábalos en el PSOE y Cerdán gana poder

La salida de José Luis Ábalos de la Secretaría de Organización del PSOE, que se materializa este lunes, tras salir el sábado del Consejo de Ministros, sume al partido que lidera Pedro Sánchez en una pequeña crisis y una revolución interna a pocos meses vista de la celebración del 40 congreso ordinario que se celebrará en Valencia. Adriana Lastra, que no tiene confirmada su continuidad como número dos, aunque de momento ha recibido el encargo de Sánchez, asume el poder absoluto mientras todas las miradas se centran ahora en un hombre: Santos Cerdán, ex mano derecha de Ábalos y lugarteniente del presidente en Ferraz.

El negociador del pacto con Bildu que encumbró a la socialista María Chivite a la presidencia de Navarra, demostrando así su buena relación con los socios proetarras del PSOE de Sánchez, será el encargado de preparar el cónclave que tiene que revalidar el mandato y el poder del secretario general. De su éxito o no, en un encargo que no tiene demasiada complicación, por la poca oposición que tiene el líder internamente, dependerá que en la nueva etapa del PSOE se convierta en el hombre fuerte a nivel orgánico, incluso tal vez por encima de Lastra. En los últimos meses Cerdán ya ha sido el hombre de Pedro en el cuartel general del PSOE, controlando todas las operaciones como la fallida moción de censura en Murcia.

Y es que Ábalos, persona de la máxima confianza de Sánchez hasta esta misma semana, era el coordinador político del congreso. Fue elegido para ese cargo por el propio secretario general, junto a Lastra, Cerdán o la portavoz en la Comunidad de Madrid, Hanna Jalloul. Su salida del partido, en plena preparación de un cónclave importante para perpetuar el poder orgánico del actual presidente del Gobierno, se hará de forma sigilosa y rápida para no enturbiar, precisamente, la cita que los socialistas tienen el próximo mes de octubre.

Bolaños diseña el nuevo PSOE

Antes de convertirlo en el número dos del Gobierno, como ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Pedro Sánchez acudió a su inseparable colaborador Félix Bolaños para encargarle el diseño del nuevo PSOE. El hombre que siempre le salva la papeleta al presidente trabaja, desde hace semanas, en la redefinición del nuevo partido que saldrá del congreso de Valencia. Un nuevo organigrama más presidencialista, con nuevos dirigentes bregados en el mundo municipal y territorial -similar a lo que ha hecho con la remodelación del gabinete- y que no le hagan mucha sombra. Quiere mandar diez años más.

Calvo podría sustituir a Narbona

Carmen Calvo, que hace un mes y medio puso a disposición del presidente su cargo, por el triunfo de Podemos en la Ley Trans, ha perdido el pulso con Irene Montero y ha tenido que acabar abandonando todo el poder que ostentaba. Sánchez se la ha cargado y únicamente se plantea recompensarla con la presidencia del PSOE, en sustitución de Cristina Narbona, tras el congreso de octubre. Se trata de un cargo sin poder Ejecutivo, ya que recae todo en la secretaría general, pero desde el que podría optar a luchar por la alcaldía de Córdoba. En varias ocasiones la ya ex vicepresidenta ha trasladado a su entorno que le haría ilusión. Otra salida, apuntan en el entorno de Sánchez, podría ser el Consejo de Estado.